14/11/10
La decepción se podía leer en la cara de los cientos de aficionados que se dieron cita en el Auditorio de Oviedo para seguir el Gran Premio de Abu Dabi.
El rojo de la escudería de Ferrari y el azul de la bandera de Asturias se confundían entre los seguidores que no pudieron festejar el tercer título mundial de Alonso.
Una larga cola de aficionados se podía ver ante las puertas del auditorio una hora antes de que abriese sus puertas y media hora después el aforo se encontraba prácticamente abarrotado de gente.
Muchos de ellos iban ataviados con camisetas y gorras de Ferrari, pero eran más los que mantenían el azul y amarillo, los colores de Renault con los que ganó sus dos primeros campeonatos, que son también los de la bandera de Asturias y con los que se identifica aún en los circuitos a los fieles del piloto asturiano, la conocida "marea azul".
Rostros decepcionados y algunas lágrimas, sobre todo entre los más jóvenes, podían verse entre los más de 1.200 aficionados que prácticamente habían llenado el patio de butacas del auditorio para seguir en directo el desarrollo de la carrera.
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