LLEGÓ LA HORA DEL FRANCÉS COMO PROTAGONISTA EN EL REAL MADRID.
La lesión de Gonzalo Higuaín le concede el papel por el que fichó por el Real Madrid y que todavía no se ha estudiado · Mou le necesita más que nunca.
La alarma ha sonado en el reloj digital que lleva Karim Benzema en su muñeca izquierda. Al francés se le han acabado las excusas. Tiene que despertarse. Es ahora o nunca. La lesión de Higuaín, un problema para el Madrid de límites insospechados, abre las puertas del once de par en par a Benzema, al que le ha llegado su hora. Sin competencia para ejercer de 9 ahora en el equipo, el francés tiene que demostrar que no lleva ese dorsal en la espalda por casualidades de la vida o designaciones para vender camisetas.
El vacío que deja El Pipita lo tiene que rellenar Karim Benzema, futbolista del que se sigue esperando todo lo que se apuntaba cuando el Madrid pagó 35 kilos por traérselo del Lyon. Hasta hoy sólo ha demostrado lo que lleva dentro con cuentagotas. Poco, muy poco. Eso ya no vale y menos ahora, cuando el francés está obligado a asumir mayores responsabilidades y encargarse de acribillar porterías aliándose con la metralleta de Cristiano.
El Real Madrid y Mourinho necesitan a Benzema. Atrás quedaron los toques de atención del motivador portugués. Karim no tiene ninguna cruz y ya llega sin legañas al entrenamiento. Ha resultado decisivo en partidos en los que el Madrid le esperó. Lo fue en Alicante, lo fue en Gijón y lo fue en Milán. Pero, todo parece poco. No ha convencido, no lo ha hecho siendo titular, no lo ha hecho jugando de 9. En el Madrid, de momento, ha destacado más por entrar por banda y asociarse con sus compañeros. Ahora, eso sólo no vale. Asistirá a cursos de precisión en el remate.
Su competencia también se llama Benzema
El periodo de adaptación se ha acabado. Se atreve con el español, se ha abierto a sus compañeros y, ahora, está señalado para ser el 9 del Real Madrid. Hasta en los despachos están pendientes de su respuesta. ¿Fichar en invierno? Sin Higuaín, con el que pierde en las comparaciones de fibra, garra y olfato, Benzema es su propia competencia.
El Madrid dependerá de sus gestos, de su sonrisa. Hasta hoy el único grito que ha dado en el Bernabéu fue el del día de su presentación copiando la gracia de Cristiano. "1,2,3... ¡Hala Madrid!... ¿Y cómo sonará eso de "Je m'appelle Karim Benzema"?
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