22/12/10
Se parece al que maravilló
en su última temporada en Lyon, donde marcó 23 goles en 43 encuentros.Karim Benzemá, delantero del Real Madrid, ha conseguido espantar aquella aparente indolencia que a veces parecía mostrar sobre los terrenos de juego, y, ante el Levante, con tres goles y una brillante actuación, el francés se ha reivindicado como un jugador muy válido para el esquema de su entrenador, José Mourinho.
Lejos queda aquel principio de temporada, en el que el técnico portugués llegó a criticar en público a su jugador. Seguramente fue un toque de atención para despertar al león dormido que Benzemá parecía tener dentro y que rugió ante el Levante para confirmar una evolución muy positiva dentro del equipo.
Sólo tiene una cuenta pendiente, en la Liga, donde sólo lleva un tanto. Con los tres que ha marcado en Copa ante el Levante, Benzemá se ha convertido en el máximo goleador, igualado con Cristiano Ronaldo, de la Copa y de la Liga de Campeones. En ambas competiciones, los dos suman cuatro dianas.
Pero ante el Levante, Benzemá no sólo consiguió una marca que en el fondo no es más que un número (logró su segundo hat-trick con el conjunto blanco, el tercero de su carrera). El francés se reivindicó ante su público firmando una gran actuación, de esas que gustan a su entrenador.
No dejó de correr, de participar, de luchar, de marcar y encima de asistir a sus compañeros para que también disfruten el acto de marcar un gol. Así lo hizo con Cristiano, a quien sirvió uno en bandeja tras una jugada repleta de calidad.
Desde la banda, Mourinho vio a un jugador muy alejado de aquel que parece que no estaba sobre el campo, de ese que a veces desesperaba al portugués.
Benzemá ha cambiado, y así se ve sobre el césped. Es otro. Ya no es el futbolista que daba una gran sensación de apatía. El Benzemá de ahora ha cambiado e ilusiona. Se parece al que maravilló en su última temporada en el Olimpyque de Lyon, donde marcó 23 goles en 43 encuentros.
El otro Benzemá tiene una oportunidad única para continuar progresando. El hombre que costó 35 millones de euros a las arcas del Real Madrid se ha ganado el derecho para seguir disfrutando de minutos a expensas de su gran rival por el puesto, el lesionado Gonzalo Higuaín.
Simplemente tiene que repetir lo que hizo ante el Levante, donde se convirtió en un jugador casi hiperactivo. Por eso, el Bernabéu se lo reconoció con una gran ovación cuando fue sustituido.
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