Juega La Roja y no lo veremos

Llegó el día del partido, pero no el acuerdo para que se pueda ver en España. Es más, las reuniones desarrolladas ayer acabaron en un punto muerto entre todas las partes, que parecen estar poco dispuestas a moverse en un intento final para que haya televisión en el Bielorrusia-España.
Desde el pasado lunes, la productora poseedora de los derechos del encuentro, la empresa alemana Sportfive, y las cadenas españolas que se han interesado por llegar a un acuerdo —las de Mediaset— han ido acercando posturas, pero ayer llegaron a un punto en el que las dos consideran inviable ceder más.

Sportfive cree que un acuerdo en 700.000 euros está fuera de su mercado y que pondría en peligro sus actividades futuras

La primera petición de Sportfive fue de 3 millones de euros, algo que para Tele 5, la cadena que de verdad se ha puesto a negociar, era impensable acercarse. Ayer, se llegó a hablar de una cifra por debajo del millón de euros, pero la cadena de Mediaset estableció en 700.000 su tope. Esa es la cifra en la que creen que pueden rentabilizar el partido a nivel publicitario. Consideran inviable un acuerdo hoy porque al ser festivo en España sería muy difícil encontrar un patrocinador para el partido y apenas habría tiempo de promocionarlo.
El otro lado de las negociaciones, Sportfive cree que un acuerdo en 700.000 euros está fuera de su mercado y que pondría en peligro sus actividades futuras. La productora alemana se hizo con los derechos de los partidos de Bielorrusia antes del sorteo que se celebró en Brasil, a finales de julio de 2011, y se encontró con un regalo al ver a España y Francia en el camino bielorruso.
El gran activo
El partido de hoy era la joya de la corona, pero Sportfive no contaba con que la situación económica en España fuera tan desastrosa. Aun así, consideran que puede ser mejor para ellos perder esos 700.000 euros en los que se ha plantado Tele 5 que sentar un precedente de cara al futuro. Y ese futuro tiene una fecha, el 10 de septiembre de 2013. Ese día, Francia jugará en Minsk su penúltimo partido de clasificación y es muy posible que esté en juego si es primera o segunda de grupo. Sportfive no quiere rebajar el precio del partido de España de tal manera que pueda ser un precedente a la baja para sus intereses.
Así las cosas, los alemanes casi ven con mejores ojos perder los 700.000 euros, pero no tener que aceptar a cambio un mal acuerdo que pueda hipotecar su futuro.