Federer, número tres del mundo, se enfrentará mañana a Isner, que
sorprendió al doblegar en la otra semifinal al número uno del mundo,
Novak Djokovic.
El partido, que comenzó con tres horas y media de retraso respecto al
horario previsto por una tormenta que descargó sobre el desierto
californiano, pudo comenzar de forma muy distinta si el español llega a
aprovechar las dos bolas que tuvo para romper a su rival, salvadas por
el suizo con su excepcional saque.
A partir de ahí Federer sacó su derecha a pasear y derrochó toda su
clase en varias acciones lujosas para la vista que lograba articular sin
aparente esfuerzo (3-0), incluido un "break" en el primer juego con
saque de Nadal.
La exhibición de reveses y voleas del de Basilea encontró rápida
respuesta en la garra, coraje y potencia de Nadal, que se anotó los tres
siguientes juegos (uno de ellos en blanco) para cortar la brecha e
igualar la contienda.
Sin embargo, con 4-3 a favor del número tres del mundo, el mallorquín
encajó un duro golpe al perder su servicio para, a continuación, ceder
el set en blanco con un punto obtenido por el suizo gracias a una
preciosa dejada.
El ganador del primer set se hizo con la victoria en 20 de los 27
encuentros disputados entre ambos tenistas, incluidos 14 de los últimos
16. Y así ocurrió una vez más.
Soplaba el viento con mucha fuerza, comenzaba a anochecer sobre la
pista central de Indian Wells y volvían a caer algunas gotas sobre el
cemento azul, aunque no las suficientes como para detener el encuentro.
El mallorquín decidió asumir más riesgos. Se atrevió a subir a la red
y salió victorioso, pero su atisbo de reacción fue sepultado de forma
clamorosa por un imperturbable Federer, que le robó el saque a su
oponente con un juego en blanco (2-1).
Las condiciones climatológicas parecían no afectarle. Su juego
destilaba la clarividencia de las grandes ocasiones. Recordaba a su
mejor versión, si acaso no era esa la que dejaba por momentos
boquiabiertos a los 12.000 espectadores que asistían al envite.
Con 3-1 en contra, regresar al partido pasaba por un "break" del
manacorense, y lejos de producirse, Nadal, que cometió una doble falta
en el peor momento, comenzó a asomarse al abismo al perder control de
nuevo sobre su servicio (4-2).
Federer no perdonó con el suyo y dejaba al español en la encrucijada y
a un juego de ceder el partido. Ahí respondió con casta el de Manacor.
Evitó que el suizo cantase victoria con su saque y defendió el suyo a
capa y espada (5-4), pero necesitaba un último esfuerzo para lograr el
empate ante el misil de su rival.
Parecía que flojeaba el suizo con su saque, pero en pleno intercambio
de golpes desde el fondo de la pista, la bola de Nadal se quedó en la
red y dejaba a su contrincante a un punto de la victoria.
En ese momento cumbre regresó la lluvia. Se paró el partido unos
minutos con las pulsaciones a tope. Y al reanudarse Federer desenfundó y
disparó a la velocidad de la luz.
Éste fue el partido número 28 entre ambos y el primero en Indian
Wells. Sus enfrentamientos directos quedan con 18 victorias para el
español y 10 para el suizo.
En pista dura Federer va por delante con seis victorias y cinco derrotas.
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