Criterion Games,
el estudio británico que dio origen a la serie Burnout, se vuelve a
encargar de la saga Need for Speed tras el irregular capítulo que supuso
The Run. Y ya no nos cabe ninguna duda de que los desarrolladores de
Guildford (Reino Unido) tienen un talento especial, ya que todo lo que
tocan acaba convirtiéndose en un título sensacional. Lo lograron hace
dos años con el "reboot" del añorado Hot Pursuit, y ahora han vuelto a hacer lo mismo, sólo que con otro clásico de la serie: Most Wanted (estrenado en el 2005).
Aquel
videojuego brilló por su carácter "sandbox" en una ciudad industrial
plagada de eventos en los que competir. Debíamos correr para
convertirnos en los más buscados, burlar a la policía y conseguir cada
vez mejores coches, mientras nos divertíamos en un esquema jugable tan
variado como adictivo. Una fórmula que funcionó, y de la que la
desarrolladora inglesa recoge toda su esencia para darnos un nuevo Need
for Speed: Most Wanted adaptado a la actual generación de consolas, y
apoyado en el saber hacer de Criterion, que no es poco precisamente.
Una ciudad de posibilidades - Mundo abierto
La base del título es en consecuencia bien sencilla, en esta ocasión sin guiones que valgan, actores reales ni diálogos con voz en "off" siquiera: sólo nosotros y nuestra máquina. Bueno, eso y la ciudad de Fairhaven, en la que circularemos para derrotar a sus diez pilotos más buscados. Cientos de kilómetros a recorrer, una gran variedad de trazados (tanto urbanos como comarcales) y multitud de rutas a seguir nos aguardan en una urbe realmente variada y nutrida de autovías, carreteras secundarias, túneles, callejones y hasta parkings en los que circular.
Y podría parecer en un principio que no es tan grande, pero el hecho de que posea verticalidad,
con carreteras a diversas alturas e incluso edificios de varias
plantas, dota al conjunto de una enorme complejidad. Es posible pasar
cantidad de horas hasta descubrirlo todo, tanto de día como de noche
(hay un ciclo diurno/nocturno incluido), porque además disponemos de todo un paquete de contenidos accesorios en forma de gasolineras
-destinadas a reparar nuestro vehículo al momento-, 156 carteles que
romper, 135 accesos restringidos y 66 radares en los que dejar patente
nuestra velocidad.
Muchos
elementos para pilotar libremente en este arcade de conducción donde
igualmente podemos dedicarnos a completar "hitos" del estilo de derrapar
cierto número de metros, conducir en dirección contraria, derribar a
adversarios o protagonizar largos saltos a bordo de nuestro vehículo.
Eso si no nos dedicamos a encontrar los múltiples coches repartidos por
Fairhaven, los cuales están dispuestos a ser conducidos por el primer
jugador que se acerque a ellos: en este caso nosotros.
La belleza paisajística de Fairhaven es más que notable, desde bosques hasta montañas y la propia urbe industrial, por supuesto. Más variedad era difícil de conseguir.
Dicho de otro modo, prácticamente todos los bólidos están disponibles desde el comienzo de la partida. Nuestra es la tarea de hallarlos y montarnos en ellos para que, a partir de entonces, siempre estén disponibles en el menú de selección. Una grata noticia, y más si consideramos que existe un buen repertorio de modelos (más de 30), desde el superdeportivo Marussia B2, pasando por el Ariel Atom 500 V8 -algo así como un F1 "de calle"- y terminando por un descapotable de lujo al estilo del Tesla Roadster Sport.
Por
supuesto, no nos quedamos sin modelos más de andar por casa, por decir
algo, como los BMW, Audi, Ford, Mercedes-Benz o Porsche. Los hay más
exóticos, más deportivos, todoterrenos, "muscle cars"... En definitiva,
una brillante selección.
Pero
lo más importante no es eso, sino las distintas sensaciones que nos
causan al volante. En este sentido, hay que reconocer que Criterion ha
realizado un espléndido trabajo, dotando de físicas y una maniobrabilidad diferente
a cada coche con el fin de que la experiencia siempre varíe de forma
sustancial. No obstante, todos comparten algo, y es que los británicos
se han decantado por un estilo de manejo puramente arcade. El
videojuego nunca oculta su naturaleza. Ni tan siquiera existen opciones
para ajustar el giro del volante o cambiar de marchas manualmente. Es
más, para dejar claras sus intenciones, tenemos "nitro", un turbo
especial -limitado- que se recarga realizando determinadas acciones,
como practicar embestidas contra los oponentes o aprovechando rebufos,
entre muchas otras.
Un videojuego muy loco, y a las imágenes nos remitimos. Aunque los policías estarán igual de locos que tú, así que no te esperes que sean fáciles de burlar...
Sea como fuere, lo más importante es que el sistema de control funciona perfectamente, con un manejo equilibrado, que no es fácil dominar pero que resulta tremendamente satisfactorio tras unas horas de juego. Al poco de descubrir las posibilidades de combinar el uso del acelerador con el del freno, os daréis cuenta de lo bien implementada que está la técnica del "drifting", de presencia nunca abusiva, pero sí indispensable para haceros con el control del coche a altas velocidades.
En consecuencia, mucha diversión en una obra que, como contrapartida, no apuesta por el "tuning". Las opciones de personalización,
de hecho, no abundan en el título, aunque es posible mejorar
neumáticos, nitro, chasis, carrocería y transmisión. Aspectos todos
ellos que influyen severamente en las características de cada vehículo
(velocidad, control, peso, resistencia...), pero que no repercuten al
final en la estética. Y es que si sois de los que os gusta distinguiros
de los demás, lo cierto es que Need for Speed: Most Wanted os permitirá
hacer más bien poco: sólo modificar el color del coche y customizar la
matrícula con un nombre, nada más.
Un editor habría sido muy bien recibido, pero se ha decidido no incluirlo. ¿La razón? Probablemente, Criterion no quería que este juego fuese relacionado con reputadas películas, de las cuales tomó inspiración el anterior Most Wanted. La obra actual tiene una personalidad diferenciada, con la esencia original pero sin recurrir a la imagen de pilotos engreídos, chicas exuberantes o bólidos que parecen haber sido sacados de una feria. Si las intenciones iban en ese sentido, las entendemos, puesto que ayudan a que efectivamente hayamos obtenido un videojuego más serio, tanto estéticamente como en cuestión de contenido.
Un editor habría sido muy bien recibido, pero se ha decidido no incluirlo. ¿La razón? Probablemente, Criterion no quería que este juego fuese relacionado con reputadas películas, de las cuales tomó inspiración el anterior Most Wanted. La obra actual tiene una personalidad diferenciada, con la esencia original pero sin recurrir a la imagen de pilotos engreídos, chicas exuberantes o bólidos que parecen haber sido sacados de una feria. Si las intenciones iban en ese sentido, las entendemos, puesto que ayudan a que efectivamente hayamos obtenido un videojuego más serio, tanto estéticamente como en cuestión de contenido.
Rápido y furioso - Las pruebas de Fairhaven
Sin embargo, lo más importante de la obra de los británicos son las pruebas que contiene la ciudad de Fairhaven. Imprescindible resulta el hecho de que podemos establecer rutas para que el GPS nos lleve hasta nuestro destino. Pero aún más importante es remarcar que cada uno de los vehículos en el juego posee su propio conjunto de desafíos. Sí, el número de eventos por coche no es que sea abrumador (en total existen algo más de 50 eventos, muchos de los cuales se repiten con distintos coches), y la variedad tampoco es clamorosa, aunque el reto y disfrute nadie podría negar que resultan elevados.
Sin embargo, lo más importante de la obra de los británicos son las pruebas que contiene la ciudad de Fairhaven. Imprescindible resulta el hecho de que podemos establecer rutas para que el GPS nos lleve hasta nuestro destino. Pero aún más importante es remarcar que cada uno de los vehículos en el juego posee su propio conjunto de desafíos. Sí, el número de eventos por coche no es que sea abrumador (en total existen algo más de 50 eventos, muchos de los cuales se repiten con distintos coches), y la variedad tampoco es clamorosa, aunque el reto y disfrute nadie podría negar que resultan elevados.
Tenemos
carreras a varias vueltas, recorridos desde un punto A hasta uno B,
pruebas en las que debemos fugarnos de la policía dentro del tiempo
establecido, y otras competiciones en las que el objetivo es mantener
una velocidad media mínima hasta llegar a meta. Interesantes
planteamientos que poseen su propia dificultad (baja, media y difícil), y
que dependiendo de ella nos premian con más o menos "speed points", algo así como la moneda de cambio que usaremos en el juego para desbloquear los eventos especiales Most Wanted.
Planteados
como el colofón final, estos diez eventos nos proponen enfrentarnos
cara a cara con los diez pilotos más duros de la ciudad. Son los más buscados,
y les deberemos ganar en pista, tanto en velocidad como en inteligencia
(nos harán alguna que otra jugarreta). Todo mientras sorteamos al tráfico
-que es una tónica en todas las competiciones- y a la policía, otra de
las constantes de un Need for Speed en el que siempre hay que tener un
ojo puesto en la pista y otro en el mapa (para seguir el recorrido
correcto, ya que nos es difícil extraviarse y perder opciones de
victoria).
El contacto físico es fundamental para entender este nuevo Most Wanted. Aquí no sólo vale con ser el primero. Deberemos quitarnos de en medio a oponentes... y a la policía.
La "inteligencia artificial" de estos diez competidores especiales ya podéis intuir que es más avanzada de lo normal. Y es que no sólo se toman las curvas como nadie, sino que también intentan echarnos de la carretera. Algo similar se puede decir del resto de rivales manejados por IA, que cometen errores, forcejean entre ellos y hacen lo imposible porque no acabemos la carrera sin un arañazo. Los pilotos de este Most Wanted son altamente agresivos en su conducción. No nos encontramos precisamente ante un título donde lo único importante consista en ser el más rápido: embestir a los contrarios es parte crucial en la jugabilidad.
Si
la IA de los competidores es sobresaliente, no tenemos menos halagos
para la trabajada conducta que encierran las unidades de policía.
No reaccionan ante acciones como saltarse un STOP o un semáforo, pero
probad a pasar a altas velocidades por su lado... Tendréis un amigo más,
y de lo más persistente, que además llamará a sus colegas de acuerdo al
grado de desorden que provoques en la carretera. Existen hasta seis niveles de notoriedad,
desde el más bajo (en el que nos siguen un par de unidades policiales)
al más elevado (con la llegada de vehículos 4x4 y hasta camiones de la
SWAT).
En cuanto llevéis unas
horas jugando, os resultará relativamente sencillo llegar hasta el nivel
6 y no dejaros atrapar, pero otro aspecto diferente será escapar, algo
realmente complicado. Más si tenemos en cuenta que la policía dispone de
sus técnicas de caza y captura (como barricadas o trampas de
pinchos), pero al final el ajuste es tan equilibrado que es una
auténtica gozada conducir libremente por la ciudad de Fairhaven
provocando a las fuerzas del orden. Las persecuciones pueden
resultar épicas, llegando a durar más de 30 minutos. Realmente, sólo
hubieran faltado helicópteros que nos siguieran desde el cielo.
¿Pretendes dar esquinazo a la policía? Lo mejor es que uses las calles de la ciudad para volverles locos. Eso sí, si has subido al nivel 6 de persecución, ya no te aseguramos nada.
Tanto los eventos como las persecuciones nos dan "speed points". ¿Pero no hay nada más que sume puntos en nuestro casillero? Sí, jugar online (no hay multijugador fuera de línea). Además, la puntuación que obtenemos se añade a la que acumulamos en la campaña individual, y existe la posibilidad de incrementar nuestro rango, lo cual hace que siempre haya un motivo para conectarnos. Aparte, la experiencia es muy similar a la individual, en el sentido de que disponemos de toda la ciudad para explorar libremente, en busca de eventos hasta en un máximo de ocho jugadores simultáneos.
El funcionamiento del modo online
en Need for Speed: Most Wanted es bien sencillo. Entra en una partida,
acude al punto del mapa indicado y espera a que se inicie el evento. Así
en cada ronda. Todo siguiendo una lista preestablecida por el anfitrión
(se puede personalizar) que normalmente versa sobre cinco pruebas, las
cuales hay que dejar muy claro que resultan más variadas que en la
faceta individual del programa. El motivo reside en que disponemos de
carreras, sí, pero también de desafíos relacionados con protagonizar el
salto más largo, el derrape más duradero o el mayor número de roces,
entre otros muchos. Una variante más loca que os podemos asegurar que
implica un grado extra de diversión.
El multijugador
es pura adicción en el título de Criterion, algo que se complementa con
la incorporación de algunos elementos accesorios como marcadores para
comparar nuestros tiempos en las pruebas, los registros de radares y un
largo etcétera que gestiona el famoso sistema Autolog. A esto hemos de
sumar que el "lag" es prácticamente anecdótico, con una fluidez y
funcionamiento más que correctos.
La abolladura es bella - Gráficos y tecnología
Otro de los aspectos que hay que resaltar en la obra es la cuidada presentación e interfaz que atesora, cuya utilidad va en consonancia con su elegancia y discreción. Es de especial mención el sistema "easydrive", que posibilita acceder a la mayor parte de opciones de juego (como marcar rutas de eventos o incluso acceder al multijugador) con la mera presión de la cruceta en nuestro controlador, sin necesidad de entrar en el menú de pausa. Simple, directo y con pocos tiempos de carga, o más bien disimulados con unas estupendas y muy creativas secuencias de introducción, las cuales varían con cada una de las más de cincuenta pruebas presentes en el disco.
Otro de los aspectos que hay que resaltar en la obra es la cuidada presentación e interfaz que atesora, cuya utilidad va en consonancia con su elegancia y discreción. Es de especial mención el sistema "easydrive", que posibilita acceder a la mayor parte de opciones de juego (como marcar rutas de eventos o incluso acceder al multijugador) con la mera presión de la cruceta en nuestro controlador, sin necesidad de entrar en el menú de pausa. Simple, directo y con pocos tiempos de carga, o más bien disimulados con unas estupendas y muy creativas secuencias de introducción, las cuales varían con cada una de las más de cincuenta pruebas presentes en el disco.
Un videojuego que hace uso de un motor gráfico
potente, capaz de mover un "sandbox" de conducción con lejanas
distancias de dibujado y dotado de una intensa sensación de velocidad.
No es el juego con mejores gráficos en la disciplina debido a una falta
de pulido general tanto en términos de iluminación como de texturas,
pero el motor de desperfectos sí que va un poco más allá de, por ejemplo, lo que nos ofreció Forza Horizon.
Las competiciones online poseen un grupo de actividades mucho más variado que los del juego individual, y todo con un funcionamiento correctísimo, sin rastro de "lag".
De sumo interés resulta el trabajo aplicado sobre lo que tiene que ver con los efectos visuales.
Se incluyen todo tipo de refracciones causadas por el impacto de la luz
del sol sobre el cristal imaginario de nuestro televisor, un recurso
que sirve para, de forma eficiente, disimular las leves carencias
motivadas por la falta de detalle en los modelados del juego. No
obstante, consideramos que es de crítica el hecho de que sólo se hayan
incluido un par de vistas por vehículo (las clásicas externa e interna, prescindiendo de las cámaras desde el "cockpit" y el morro).
Los efectos de partículas
motivados por los derrapes o por la conducción en terrenos mojados y
polvorientos son de igual manera sobresalientes, y ayudan a hacer más
compleja la escenografía del programa, acompañado siempre por un ciclo
día/noche que, sin llegar a ser espectacular, ayuda a aportar aún más
variedad a la urbe de Fairhaven.
El motor de desperfectos está muy trabajado. Son necesarios duros impactos para ver resultados, y estos no afectan al rendimiento del bólido, pero resulta muy vistoso, ¿verdad?
El más buscado - Sonido
¿Qué es conducir sin una buena sintonía de fondo? Los desarrolladores de Criterion deben de saberlo muy bien, porque han incluido una selección cuidada de canciones pertenecientes a grupos como The Chemical Brothers, Muse o The Who. No son probablemente los temas más rompedores del panorama musical actual, pero la variedad de ritmos es digna de aprecio. Eso sí, nosotros os recordamos encarecidamente que ajustéis el volumen del juego desde el menú de opciones, ya que la opción por defecto realza demasiado la música.
¿Qué es conducir sin una buena sintonía de fondo? Los desarrolladores de Criterion deben de saberlo muy bien, porque han incluido una selección cuidada de canciones pertenecientes a grupos como The Chemical Brothers, Muse o The Who. No son probablemente los temas más rompedores del panorama musical actual, pero la variedad de ritmos es digna de aprecio. Eso sí, nosotros os recordamos encarecidamente que ajustéis el volumen del juego desde el menú de opciones, ya que la opción por defecto realza demasiado la música.
Y es que sería una lástima que os perdiérais la estupenda recreación de motores y efectos de golpes que ha realizado el estudio británico. Todo con un doblaje
al español a la altura, que aunque goce de escasa presencia (no tenemos
guión alguno), se hace notar en las persecuciones, al poder escuchar
por radio las conversaciones que mantienen las unidades de policía que
nos persiguen.
Sólo tenemos dos vistas desde las que conducir, y esta es una de ellas. ¿Dónde está la del "cockpit"? Por desgracia, Criterion se olvidó de ella.
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