El control de velocidad tiene un modo de funcionamiento que, en palabras de la marca “permite un espectacular y seguro sobreviraje a la salida de las curvas. También es posible desconectarlo para un uso en circuito”. Este programa tiene el nombre de Sport.
El R8 GT puede alcanzar una velocidad máxima de 320 km/h y acelerar desde parado hasta 100 km/h en 3,6 segundos. El R8 5.2 FSI puede llegar a 316 km/h y acelerar desde 0 a 100 km/h en 3,9 segundos.
El precio aproximado de este modelo será de 210.000 € con lo que, para buscar alternativas, hay que irse a deportivos con motores potentes. A parte de las otras dos variantes de este modelo (4.2 FSI de 420 CV y 5.2 FSI de 525 CV), están también el Ferrari 599 GTB, el Porsche 911 Turbo S o el Aston Martin DB9.
Sus prestaciones no vienen sólo de la mano de su mecánica. Audi ha utilizado materiales más ligeros para que el coche tenga un pero menor. Los asientos, por ejemplo, son de fibra de vidrio reforzada con plástico. Además se han eliminado elementos de equipamiento que lastran mucho a los vehículos. Algunos de ellos son el elevalunas eléctrico, el climatizador o un sistema de sonido potente. con todo esto, el R8 GT pesa 1.600 kg en condiciones de homologación, eso quiere decir que se cuenta el peso del conductor y de los líquidos.
Un elemento opcional que lleva el R8 y que en ese modelo es de serie son unos faros de diodos luminosos para todas las funciones. También es novedoso un dispositivo que permite cambiar la altura de la carrocería hasta 10 mm. Entre otros elementos de equipamiento tiene unas llantas de 19’’ de aluminio forjado y unos frenos fabricados con un material cerámico y pinzas en color rojo.
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